lunes, agosto 13, 2012

Nuestro artículo publicado en Alga & Gamma

En el tiempo que usted lee este artículo, 382 smart phones serán activados, 48 horas de vídeo serán subidos a YouTube, y más de 168 millones de correos electrónicos se habrán enviado.  En ese mismo momento, se habrán deforestado el equivalente a más de ocho canchas de fútbol en el amazonas. 

En estos minutos se habrán hecho más de 694.445 búsquedas en Google y 510.040 comentarios se habrán publicado en FaceBook. En ese mismo tiempo, más de una especie será considerada en  peligro de extinción.

Pausa.

Cuando nací, en 1964, fui el fui el habitante 3.281´351.191avo en el Planeta.  Y si bien el ambientalismo nació en el siglo XIX en Europa y Ee.Uu., el cambio climático no ocupaba los titulares de diarios y revistas.  Hoy googlear verde genera 804 millones de resultados en 37 segundos.  Y googlear verde en inglés (Green) genera 3.480 millones de resultados en 26 segundos.

De Gutemberg a Zuckerber las cosas se han acelerado.  Mucho.  En el año 1989, en la obra Blueprint for a Green Economy, David Pearce, Anil Markandya y Edward Barbier propusieron algunas políticas para lograr un desarrollo sostenible.  En el 2010 Ecuador reconoció los derechos de la naturaleza en su constitución.  En el 2012 la cita de Río+20 dejó sinsabores.

Entonces resonó la pregunta de la editora.  “Andrés”, me dijo, “¿qué crees que hace falta al sector empresarial para convertirse en verde?”.   Pensé en fuerza.

El verde es ya un motif de nuestros tiempos.  Si bien un estudio del INEC realizado en 3.572 empresas de 23 provincias, con excepción de Galápagos, dice que el 80% (de las empresas) no invierte en protección ambiental; más del 80% de consumidores de Quito y Guayaquil-según un estudio de Consultor Apoyo- ya hacen algo por el planeta.

La fuerza de los consumidores está acelerando, en Ecuador y el mundo, que las empresas aprehendan una gestión empresarial más verde.  Otro estudio de Consultor Apoyo revela que 86% de los ecuatorianos consideran que las empresas deben ser obligadas por ley a ser socialmente responsables –es decir, verdes-.

La fuerza de la ley está acelerando que las empresas incorporen el verde a su adn corporativo.

La sostenibilidad es un valor de las generaciones modernas.  Así, el accionar pro planeta se vuelve casi normativo.  Ahorrar agua.  Apagar la luz.  Consumir menos.  Reciclar.  Apoyar causas verde.  Las listas  de compras del supermercado han cambiado hacia versiones más verdes.  Incluso los consumidores confiesan estar dispuestos a pagar un plus al precio siempre que sea para un producto responsable ambientalmente.

Pausa.

En un minuto, el cerebro procesará más de 360 millones de datos.   Habrán nacido 253 nuevas personas en el mundo.  Habrán fallecido 105.  Así nos acercaremos a los 8.000 millones de habitantes en un mismo planeta. 

Cada minuto hay más gente Consumiendo.  Desechando.  Exigiendo recursos.  Polarizando las brechas de educación, salud, alimentación.  Consumiendo más.  Desechando otro poco.  Y el tema verde es un imperativo que requiere más aceleración en Ecuador.

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